Sábado… 03:15 AM suena la alarma de mi móvil. Me despierto
con el primer toque, cosa rara en mí. Pero es que lo que me esperaba me tenía
tan emocionado que hasta una mosca me hubiera puesto en pie. Y eso que 4
horas atrás aún estaba tomando "Umeshu" con Juanca, Sachiyo y Yukino.
Allá iba. Vestirme, cepillar los dientes, comer un
plátano 15 minutos más tarde ya salíamos de casa con destino Uo-Ichiba (Mercado de pescado
en japonés). Sabiendo que Fukuoka tiene uno de los puertos pesqueros más
importantes de la isla Kyushu no quería irme de aquí sin ver el mercado de pescado
matutino. Makoto ofreció llevarnos y Pierce (uno de los chicos de Singapur) se
apuntó también.
Llegado al mercado no sabíamos muy bien dónde empezar. La lonja
consta varios pantalanes donde llegan los pesqueros y sacan el pescado fresco. Lo meten en cajas de madera y de allí va a una nave gigante donde lo subastan. Luego hay un edificio con restaurantes y un piso solo para turistas. La web del
puerto decía que el mercado solo abría al turismo cada 2 sábado del mes. Sin
embargo, una vez que llegamos nadie se percató de nosotros. Así que decidí
entrar de tirón a la nave. Aquello fue impresionante. Reconozco que no he
estado en muchos mercados de pescado, pero aquello era algo especial sin duda.
Cajas y montones de pescado fresco en cualquier rincón, a lo largo
de una nave de unos 200 metros. Allí había de todo y yo como negado de los
nombres del pescado, fuera de las sardinas y los atunes solo veía pescado y marisco.
Eso sí, los tiburones, pez globo, atún rojo
y la carne de ballena que había allí sí que los reconocí. Con que solo lo cazan ballenas para
investigación… ¡Sí, claro!
Cuando terminamos con nuestra visita no eran ni las 06:00,
y el plátano ya se había evaporado. Así que fuimos a uno de los restaurantes de la lonja y
desayunamos, como no, Sushi recién pescado. Creo que a los devotos del
Sushi entre vosotros no hace falta que mencione lo increíble que sabía aquello… ¡Buah!
Caminando de vuelta a la estación de tren nos cruzamos con
una Sala de Videojuegos (24 horas abierta). Eran las 6:30 de la mañana, y allí
seguían de fiesta unos cuantos rezagados que habían cambiado los cubatas por
máquinas de Arcade de todo tipo. Pierce no había entrado nunca, así que nos
juntamos a echar una partida antes de volver a casa y dormir.
Llega la noche del sábado, ya recuperado de la escapada
matutina, y me preparo para ¡mi primera marcha japonesa! Vuelvo a llevarme a
Pierce. Había quedado con Daizuke a las 23:30 en el centro para llevarme
a un Club de la zona.
Infinity se llamaba el local y allí los únicos extranjeros
éramos las Coronitas y yo. La música era la misma que en un club Hip-Hop
afroamericano, con ritmos que hacían que hasta la reina de Inglaterra quisiera bailar.
Pero como ya mencioné en mi segundo post, ¡aquí está prohibido bailar! Lo pone bien
clarito en un cartel cuando entras al local. Eso y que no metas mano. Y por si
te olvidas, con la entrada te dan una tarjeta con las reglas.
Así que allí estábamos, Pierce, que con una cerveza ya no
podía caminar recto (estos informáticos…lol) y a mí que las copas me sabían a
agua... El panorama era surrealista. Todo el mundo mirando hacía la pista de baile…sin
baile. Muchos chicos sentados en taburetes casi durmiendo. Una azafata de
Marlboro regalando paquetes de tabaco gratis a todo el mundo. Todos cantando “Danza Kuduro”. Y yo haciendo malabarismos para comunicarme con una chica japonesa. Todo
acabó a las 05:00 y la verdad es que fue una noche muy divertida. :)
おやすみなさい y がんばって!
bueno y como fue lo de la xica, termino en algo? nice post man!
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