Tokio es con más de 13 millones de habitantes sin duda la metrópolis
más grande y más variopinta del archipiélago japonés. Una ciudad con tantas
cosas que ver y vivir como personas que conocer. Nada nuevo para algunos de
vosotros que os habéis criado en ciudades como Madrid o Barcelona. Pero
para mí, criado en un pueblo con apenas 105 habitantes en la
profunda Alemania del este, ciudades de tal magnitud ya son otro mundo.
Pero aún después de tragarme enésimos episodios de
Callejeros Viajeros y Españoles en el Mundo sobre Japón y Tokio y leer otros
tantos artículos, Tokio no me dejó tan en Shock como creía. Igual
porque ya llevo más de un mes en Japón y uno se acostumbra a casi todo. Os cuento.
Nada más llegar en un vuelo doméstico desde Osaka es curioso que en
ni en Osaka ni en Tokio te pidan el Pasaporte en ningún momento. ¿Será que ya
tengo cara de japonés?
El trayecto en tren de 90 minutos desde el Aeropuerto Narita
hasta el centro se hace ameno adoptando la estrategia local de echarse una siesta
en el hombro del vecino. Una vez allí te encuentras con ese famoso mapa del metro
que debe de superar incluso las Catacumbas de París.
Me hospedé en un Hostal muy recomendable, NUI en el barrio
de Asakusa. Muy frecuentado por japoneses y coreanos (del sur) y donde la única
desgracia eran el IPad, la cámara, el móvil, el peine y a saber que más, que se
le caían a la suiza que dormía en el segundo piso de mi litera a las 4 de la mañana. Esperaba que caía ella, pero nada.
Tokio…piensas que en 3 días te dará tiempo de ver la mayoría
de la ciudad…¡que iluso!
Empecé por visitar el barrio de Shinjuku y el Tokyo Metropolitan Gov. Bldg. Allí, en la planta 45, a 202 metros de altura
voluntarios retirados te explican todo lo que quieras saber sobre la ciudad.
Espectaculares vistas hasta el Monte Fuji (si el tiempo lo permite) y una
bonita charla. Precio: Gratis.
Paseando por el sorprendentemente silencioso parque Yoyogi das con el Santuario Meji, en el corazón del parque. Un lugar muy frecuentado por toda la diversidad turística
de Tokio. Una vez allí, el famoso cruce de Shibuya está a solo una estación en
tren.
Mis "Hachiko" |
Para apreciar la locura del cruce de Shibuya os recomiendo
tomaros algo en el Starbucks en la segunda planta en una esquina del cruce. La
mejor hora: 7 PM y fin de semana. Paseo obligatorio por el barrio y sus
tiendas. Para los aficionados a la moda Shibuya y Harajuku son los puntos donde
se crean la mayoría de las tendencias de Japón. Y lo cierto es que algunos
modelos eran dignos del mismísimo Karl Lagerfeld (Tokyofaces). Aunque personalmente me gusta más
como les queda a las mujeres japonesas…
Continuará…
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