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domingo, 7 de julio de 2013

Tokio de noche: Parte II


Atrás dejo las tiendas de Shibuya, el parque Yoyogi (como os conté en la primera parte, aquí) y el gran y poco atractivo Parque Imperial de Tokyo (un vasto parque con más gravilla que en una cantera y las puertas cerradas al turismo) para conocer algo más de su cultura nocturna. ¡Y qué cultura!
Tokyo, es el lugar donde los ciclos del día se palpan de forma increíble. Mientras durante el día ves turistas y gente joven paseando, en cuanto se acerca la hora punta (6-7 de la tarde) un ejército de hombres y mujeres en uniforme de oficina invaden las calles y los trenes de la metrópolis.
El trabajar en una oficina es la aspiración de la mayoría de nipones y eso es de las 7 de la mañana hasta casi las 7 de la tarde, o más tarde incluso.
Pero… ¿Qué hacen después? ¿Cuándo “viven” esos seres más adictos al trabajo que Tiger Woods al sexo?
Bueno, una solución en Tokyo es el famoso barrio electrónico de Akihabara.  También la llaman Electronic City, por sus incontables y enormes tiendas que contienen todo tipo de trastos que funcionan con electricidad. Pero los electrodomésticos aquí son solo secundarios. Akihabara también es famoso por el mundo Manga y Anima que llena sus fachadas. Eso y los llamados Otaku (en occidente Friki o Nerd) o personas con aficiones obsesivas.
Aquí lo realmente fascinante es lo que ocurre en las plantas superiores de las tiendas de electrónica. Allí donde se encuentran miles y miles de videojuegos, DVD y todo lo que uno se pueda imaginar relacionado con el mundo Hentai (Pornografía de dibujos animados). Con carátulas cuyas protagonistas Manga aparentan de media unos 15 - 16 años. (Os ahorraré la foto en este caso.) Y es que aquí el mundo virtual y el perverso están separados por una simple planta (sin restricción de edad, claro).
Luego, en las calles secundarias – niñas vestidas de colegialas reparten folletos y atraen al oficinista mayor para que se tome algo en un bar cercano y “disfrute” de su compañía. Compañía legal, a la que la mayoría de chicas se dedican para poder permitirse sus lujosos caprichos a la “Louis Vuitton & Co.”. El consumismo es caro y las niñas quieren dinero… Todo eso no es ningún secreto en Japón y con lo “diferentes” que son aquí los matrimonios, cada uno se busca su particular diversión.
 
Después de tantas cosas extrañas era hora de salir de fiesta con unos amigos europeos del Hostal. Así que allí íbamos: dos londinenses, un belga, un barcelonés y un alemán en busca de la famosa noche de Tokyo.
No hace falta buscar mucho para encontrarla incluso en un martes noche. Decidimos ir a una discoteca cerca de Shibuya. La entrada, unos 1000 Yen (8€) venía con una copa y lo más impresionante…¡¡¡se podía bailar!!! (Cosa prohibida en otros sitios como os conté hace unas semanas en otro post.) Pero no se podía hacer fotos, ni subir a la tarima y tampoco pasar al área que decía “Girls Only” que encima ocupaba medio local... ¡Japón!.
Anécdota de Tokyo: Cuando Grant y yo íbamos una noche sobre las 11 PM en el metro, un hombre recién salido de la oficina se quedó dormido estando de pie y se cayó encima de nosotros como un plomo. Se levantó como si nada hubiera pasado y absolutamente nadie alrededor se inmutó lo más mínimo. ¿Será que es normal? Momento “Lost In Translation”.
Tokyo es para vivirla, para verla, para quitarse de la cabeza todas esas ideas erróneas que te haces viendo documentales en la televisión o en internet. ¿Es una ciudad de locura? Si, si lo buscas. ¿Es una ciudad tranquila? Si, si lo buscas. En mi humilde opinión Tokyo es una ciudad de contrastes como toda gran capital del mundo. Y con 13 millones de habitantes, incluso en una filosofía tan lineal de Japón tiene que haber diversidad. Perversión a parte, ¡Menos mal!
Lo real es lo que está ahí fuera. No dejes que te lo cuenten, ¡Vívelo! ;-)

lunes, 1 de julio de 2013

Tokio de día: Parte I


Tokio es con más de 13 millones de habitantes sin duda la metrópolis más grande y más variopinta del archipiélago japonés. Una ciudad con tantas cosas que ver y vivir como personas que conocer. Nada nuevo para algunos de vosotros que os habéis criado en ciudades como Madrid o Barcelona. Pero para mí, criado en un pueblo con apenas 105 habitantes en la profunda Alemania del este, ciudades de tal magnitud ya son otro mundo.
Pero aún después de tragarme enésimos episodios de Callejeros Viajeros y Españoles en el Mundo sobre Japón y Tokio y leer otros tantos artículos, Tokio no me dejó tan en Shock como creía. Igual porque ya llevo más de un mes en Japón y uno se acostumbra a casi todo. Os cuento.
Nada más llegar en un vuelo doméstico desde Osaka es curioso que en ni en Osaka ni en Tokio te pidan el Pasaporte en ningún momento. ¿Será que ya tengo cara de japonés?
El trayecto en tren de 90 minutos desde el Aeropuerto Narita hasta el centro se hace ameno adoptando la estrategia local de echarse una siesta en el hombro del vecino. Una vez allí te encuentras con ese famoso mapa del metro que debe de superar incluso las Catacumbas de París.
Me hospedé en un Hostal muy recomendable, NUI en el barrio de Asakusa. Muy frecuentado por japoneses y coreanos (del sur) y donde la única desgracia eran el IPad, la cámara, el móvil, el peine y a saber que más, que se le caían a la suiza que dormía en el segundo piso de mi litera a las 4 de la mañana. Esperaba que caía ella, pero nada.
Tokio…piensas que en 3 días te dará tiempo de ver la mayoría de la ciudad…¡que iluso!
Empecé por visitar el barrio de Shinjuku y el Tokyo Metropolitan Gov. Bldg. Allí, en la planta 45, a 202 metros de altura voluntarios retirados te explican todo lo que quieras saber sobre la ciudad. Espectaculares vistas hasta el Monte Fuji (si el tiempo lo permite) y una bonita charla. Precio: Gratis.
Paseando por el sorprendentemente silencioso parque Yoyogi das con el Santuario Meji, en el corazón del parque. Un lugar muy frecuentado por toda la diversidad turística de Tokio. Una vez allí, el famoso cruce de Shibuya está a solo una estación en tren.
Mis "Hachiko"
Pero llegado allí lo primero que hay que ver es el famoso perro de Hachiko. Para aquellos que desconocéis la historia, cuentan que el perro acompañaba a su amo todos los días al tren y volvía a buscarlo a su regreso. El día que su amo murió de un infarto y no volvió, Hachiko se quedó esperando frente a la estación durante largos 9 años... ¡Que luego nadie me venga con que los gatos son mejores que los perros! Cómo echo de menos los míos… Para los que no habéis visto la película “Siempre a tu lado, Hachiko” os la recomiendo (Tráiler). Información para las damas: ¡La versión occidental es con Richard Gere!
 
Para apreciar la locura del cruce de Shibuya os recomiendo tomaros algo en el Starbucks en la segunda planta en una esquina del cruce. La mejor hora: 7 PM y fin de semana. Paseo obligatorio por el barrio y sus tiendas. Para los aficionados a la moda Shibuya y Harajuku son los puntos donde se crean la mayoría de las tendencias de Japón. Y lo cierto es que algunos modelos eran dignos del mismísimo Karl Lagerfeld (Tokyofaces). Aunque personalmente me gusta más como les queda a las mujeres japonesas…

Continuará…