jueves, 27 de junio de 2013

El gran Buddha de Nara y la alegría de Osaka


Volviendo del Monte Koya decidí hacer una última parada para ver más templos. “Los últimos” - me prometí. Porque después de estos últimos días podría hasta construir uno en el jardín de mis padres con los ojos cerrados. Sin embargo no quería perderme el gran Buda de Nara.
Nara es una ciudad relativamente pequeña. “Sólo” tiene unos 400.000 habitantes y como atracción turística a parte del gran Buda de Tōdai-ji, cuenta con un bonito parque lleno de ciervos.
El Buda de bronce más grande del mundo, 16 metros, es tan impresionante como el templo que lo alberga, Todai-ji. Un templo cuya reconstrucción actual es un 30% más pequeña de su original tras quedar arrasado por un incendio en 1700, y aun así es enorme. Construir el Buda en el año 751 consumió todo el bronce del país y casi llevó a Japón a la bancarrota. Pero creo que se habrá amortizado con las visitas turísticas a día de hoy…
Los ciervos de Nara son otra atracción interesante de ver. Son más salvajes que los ciervos de Miyajima, pero es divertido ver cómo los ciervos se pasean por la ciudad, delante oficinas, entre los coches, por todos lados.
Después de tanto budismo, templos y espiritualidad me fui a Osaka. La ciudad más “sureña” de Japón. La Andalucía japonesa. Con gente más alegre y abierta, o eso me dijeron... Yo he conocido lugares más hospitalarios en lo que llevo de viaje. Pero aún así es una ciudad con cosas interesantes para ver.
Tocaba visitar el mayor acuario del mundo. Kaiyukan. Cosa que fue espectacular por un lado y triste por el otro y me dejó un sabor de boca más agrio que dulce. Me di cuenta de que definitivamente sacar a animales de su hábitat natural para nuestra diversión es otra muestra de lo poco que empleamos nuestra materia gris la mayoría de nosotros. Nunca me han gustado los zoológicos, y como buceador amateur…ahora tampoco los acuarios.
Pero el High-Light de Osaka fue ver el atardecer desde el Sky Building. El aire era limpio y ver ese mar de luces a mis pies fue impresionante.

De cena tocaba Yakisoba. Especialidad de Osaka y otro manjar para mi paladar.
¡Mmmm...! ¡Cómo me gusta comer en Japón!
Saliendo del Restaurante, en medio del mar de personas en Osaka, me topo con un chico que conocí en Kyoto, Simon. ¡El mundo es un pañuelo!
Más tarde tocaba callejear por los variopintos barrios de animación y vida nocturna y tomar unas cervezas con mi amigo Izao. Lo conocí en Marruecos el año pasado. Casualmente vive en Fukuoka y casualmente estaba en Osaka en el mismo Hostal que yo.
A parte de eso, y por lo que yo pude ver de Osaka, es eso, una gran ciudad con mucha gente, mucha vida, mucha marcha. Vamos, una buena alternativa después de ver tantos templos y ciervos...
La vida es bella.

sábado, 22 de junio de 2013

Retiro espiritual en Koya-San


Cuando Juanca me habló la primera vez de Koya-San era como oír hablar del paraíso. “¡Quiero ir allí!” – pensé. Y eso hice durante mi Road Trip por Japón.
Koya-San es, en pocas palabras, el lugar más espiritual del Budismo Shingon en Japón. Se fundó en el año 819, consta de unos 118 templos y está situado a 800 metros sobre el nivel del mar, rodeado de un vasto bosque milenario que a su vez contiene un cementerio con más de 200.000 tumbas. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004.
Es un sitio de peregrinaje muy frecuentado por japoneses y tiene poco turismo extranjero. Es un lugar “mágico”.
Mi estancia coincidió con el evento mensual en memoria a Kōbō-Daishi, su fundado. Cada día 20 del mes se celebra una misa especial con un paseo nocturno por el cementerio. Cosa que se tuvo que cancelar por causa de la lluvia.
Ya acostumbrado a eso, tras instalarme en mi habitación del templo, cogí el paraguas y a caminar por el cementerio. El camino a través de Okuno-In hasta el mausoleo de Kōbō-Daishi son casi 2 Km y estaba anocheciendo. Llovía sin cesar y no había ningún alma viva en el todo el cementerio.
Pensaréis algunos: “¡Que espeluznante! Un cementerio milenario, de noche, lloviendo y sin absolutamente NADIE.”
Pues, no. Aquello no es como los cementerios de las películas de Drácula. No tienes ese escalofrío como si vieras una película de Alfred Hitchcok. Aquello transmite paz, espiritualidad, transmite algo que por mucho que os intente explicar, es difícil plasmar en palabras.
Al día siguiente tocaba levantarse a las 6 AM para la mis matinal y el desayuno (vegetariano) de los monjes.
Había dejado de llover y se iba a celebrar la misa conmemorativa en el templo Torodo frente al mausoleo. Esta vez el cementerio rebosaba de peregrinos y monjes que iban a recitar oraciones a Kōbō-Daishi.
Con la misa se realizaba el Homa, ritual de fuego, destinado a la “limpieza espiritual y psicológica”. “Gospel Budista” me dijo uno de los japoneses en la misa, refiriéndose a las oraciones de los monjes. Y de hecho sus voces eran muy ZEN.
Luego fui a visitar el templo de los farolillos de oro y volví a recorrer de nuevo el cementerio, esta vez con luz.

Como dijo Siddharta Gautama (Buda):
“El ser mismo de uno mismo es lo más difícil de vencer.
Uno mismo es el amo de uno mismo.”

viernes, 21 de junio de 2013

¡Desde Kyoto con amor!


Después de pasarme por la ducha nada más llegar a Kyoto me sitúo y decido irme a pie al primer templo Sanjūsangen-dō. Sitio que en el mapa parecía estar mucho más cerca y con 34 grados y una humedad para morirse...no fue la mejor decisión. Pero allá iba a ver las 1001 estatuas de oro albergadas en el templo más largo de Japón – 120 metros. Impone verlo, sobre todo sus 28 guardianes, dioses del Budismo Hindú hechos de madera maciza que transmiten una realidad impresionante.

De allí ya decidí ir en Bus hacía algo parecido al Albaicín de Granada, pero a lo japonés, la Kyoto del este. Pequeños callejones que subían hacía las colinas que rodean la ciudad. Callejones llenos de tiendas de suvenir, excursiones escolares y otros tantos turistas como yo. En lo más alto el templo de Kiyomizu-dera. Costaba apreciar su colosal estructura entre tanta gente, pero sin duda es el templo con mejores vistas sobre Kyoto.
 

De allí fui al Buddha de Ryozen Kannon de unos 24 metros de altura. Pasé a ver otro templo con la puerta más grande de toda Japón – Chion-In. Era lo único que se veía de este templo. El resto se ocultaba bajo una nave industrial a la altura de cualquier IKEA, y así estará hasta el 2019 por restauración. Como ya sabéis, los japoneses son perfeccionistas. Antes de hacer un Ecce Homo se hacen el Hara-Kiri. Luego en Bus a Ginkakuji-ji y a recorrer el Philosopher's Walk, un bonito paseo al límite de la ciudad. Y ya…con las piernas como si hubiera corrido una maratón, cené y me di un paseo por el Barrio de Gion. Tan famoso por sus Geishas. Geishas no vi muchas pero clubs de nombres exóticos varios...(Adult Club, Brasilian Club, Mans Club). Así que a por una cerveza en la orilla del rio Kamo viendo un espectáculo de malabares con fuego. Y tras 19 horas sin dormir agradecí la comodísima cama del Piece Hostel. Un Hostal muy recomendable.

El segundo día llovía sin parar. Como ya os conté hace unas semanas, es época de lluvias en Japón. Así que a ponerse el chubasquero y a la calle. Primero al Palacio Imperial que está en el centro de la ciudad y ¡es enorme! De allí al templo de oro de Kinkaku-ji. Y aunque a parte del templo allí no había nada interesante, ver ese templo de oro reflejado en el lago era una imagen espectacular.
La lluvia iba en aumento, pero yo quería ver los jardines de Daikaku-ji y el famoso Bosque de Bambú.
Daikaku-ji me sorprendió con sus puertas correderas con pinturas ancestrales. Pudiendo imaginarme cómo debían dormir allí los señores en el Período Heian (Siglo IX). Sin embargo el bosque de Bambú no tenía mucho más que eso…Bambú.

Era hora de volver y prepararse para salir con un grupo de españoles que estaban en el mismo Hostal. Varios amigos de toda la vida, viviendo en distintos lugares del mundo, que se han juntado en Japón para un pequeño Road Trip. Se improvisó un pequeño botellón y decidimos ir a uno de los pocos Clubs abiertos donde justamente era Lady's Night. El resto suena a chiste… ¿Qué pasa si se juntan 9 Españoles, 1 Alemán y 1 Americano de fiesta en Kyoto?
Kyoto es un sitio para visitar si te gustan los templos, los paseos románticos y la antigua Japón. Eso sí, en primavera, que es cuando el cerezo está en flor y Kyoto es todavía más bonita.

lunes, 17 de junio de 2013

Hiroshima


¡Ohayo gozaimasu desde Kyoto!
Tras una noche con poco sueño en el Bus de Hiroshima a Kyoto estoy con mi primer desayuno en la antigua capital y ciudad Imperial Nipón.
Haber llegado a las 06:15 de la mañana tiene la desventaja de que apenas hay una cafetería abierta. Pero también la ventaja de que puedes ir al templo más cercano Hongan-Ji y asistir a la misa matinal. Una pasada…
De Kyoto no os puedo contar más por ahora. Pero de Hiroshima…deciros que es una ciudad que no te deja indiferente.
Teniendo en cuenta que, como sabréis la ciudad fue totalmente arrasada por la primera Bomba Atómica utilizada en combate el 6 de agosto de 1945, todos los edificios son recientes. Nada que ver con la Japón tradicional que rebosa de templos y shrines. Little Boy llamaban los americanos su A-Bomb… ¡Que irónicos! Lo demás es historia. De la que como muchas otras veces quizás no hemos aprendido nada. Pero quién se piensa que Hiroshima es tierra de nadie hoy en día se equivoca. Es muy verde, muy tranquila, hay mucha…¿paz? (Es declarada como Ciudad de la Paz).
La atmósfera que se respira es especial. La gente es más tranquila que en Fukuoka pero no menos simpáticos. Todo lo ocurrido sigue teniendo mucha huella en los lugareños. Tanto es así que cuando hablé con un hombre jubilado en el parque, justo frente al Genbaku Dome, le vinieron las lágrimas, recordando lo sucedido. Difícilmente puedo describiros ese momento. 

Después de recorrer los principales sitios turísticos en una tarde, el día siguiente tocaba madrugar para ir a Miyajima (patrimonio de la humanidad). La isla está situada a unos 50 kilómetros de Hiroshima y es una auténtica pasada.
El paisaje, montes verdes como fondo de unos templos preciosos y el enorme Torii Gate, es espectacular. Se llega con un ferri en pocos minutos y de allí a recorrer la isla. Acariciar ciervos, cruzar por el Torii Gate con marea baja, subir la montaña a ver templos, asistir a una misa budista y ¡enfadarme cuando la cámara se queda sin batería!

Por la noche antes de salir con el Bus me fui a comer (otra vez) el famoso Okonomiyaki con Chihiro, una chica del Hostal donde me quedaba. Un cena divertida con intercambio japonés-inglés. ¡Subarashii!
¡Y ahora necesito una ducha antes de ver a las Geishas del barrio de Gion!
¡Ganbatte!

sábado, 15 de junio de 2013

Segunda fase...


¡Sigue mi viaje! Mañana empieza mi Tour por la parte central de Japón.
Cuando me fui de Palma, hace ya 5 semanas, me fui solamente sabiendo por donde iba a empezar. Ahora ya sé cómo sigue durante las próximas 2 semanas.
Y es que me estresaba la idea de tener que organizar todo el viaje de principio a fin sin ni siquiera haber llegado aquí. Las guías son muy bonitas, pero hablar con los locales te aporta mucho más que cualquier libro. Yo tampoco enseño la Catedral de Palma de Mallorca a mis amigos de fuera. Cualquier guía se la explicaría mejor que yo. Pero enseñaros una cala encantada y nada turística, unas verbenas veraniegas al más puro estilo Mallorquín o una fritura Malagueña con la gente más variopinta: ¡Soy vuestro hombre!
Claro que sabía que no me quería quedar en el mismo sitio día tras día, y que quería ver el país, esos paisajes japoneses que siempre imaginaba en mi cabeza. No, no los de los Ninjas por los tejados y Samuráis abatiendo árboles de bambú. Idea común que tenemos los occidentales de este país. Que conste que hasta ahora no he visto ni Samuráis ni Ninjas ni gente disfrazada de personajes Manga. Así que una vez aclimatado a la cultura y establecido mi campamento base en Fukuoka y chapurreando 4 cosas en Japonés, tocaba recorrer el país.
En cuanto me puse a organizar el trayecto que quería hacer di con mi primera metedura de pata como trotamundos novato. Resulta que contaba con adquirir un pase de tren especial para Japón. El JR RAIL PASS. Una especie de bono para 7, 14 o 21 días que te permite emplear la mayoría de trenes de todo el país, sin límite. Pues resulta que aquí, Fabian-San, no se miró bien la web que dice bien clarito que este billete solo se puede comprar ANTES de ir a Japón. Una vez en el país…nasti de plasti. Y claro…de esto te enteras ya una vez con todo a medio organizar. Pero como bien se dice, la necesidad agudiza el ingenio. Bueno, pues después de incontables cafés y pasar horas delante del portátil adentrándome en los más remotos lugares de Google, he optado por ir en Tren, Metro, Bus, Avión y Bicicleta durante estos días de viaje por el país. El resultado: Me sale más barato que haber comprado el billete de JR RAIL PASS.
Ahora, si algún día decidís viajar por Japón y os queréis ahorrar un ataque de nervios, compraos el pase… ¡Yo lo recomiendo! Y no solo porque el Shinkansen (Tren Bala) te salga por unos 50€ por cada 100KM de media… Que los medios de transporte aquí son caros ¡sí es verdad!
No hace falta que diga que me muero de ganas de ver Hiroshima, Kyoto, Koyasan, Nara, Osaka, Tokio. Pero eso ya os lo contaré cuando lo haya visto con mis propios ojos. :)
Por lo demás, he decidido irme a principios de julio a Corea del Sur – Seúl. A recorrer el país y ayudar a mi amiga Clara con sus clases de Español. Un Alemán dando clase de Español en Corea del Sur. ¡Suena a chiste! Le he dicho que quería ir a Corea del Norte, pero no le ha hecho gracia. (¡A mi madre menos todavía!) Nada, tendré que mandar mi Currículum Vitae por paloma mensajera a Kim Jong-Un. Digo yo que sordos habrá también allí para venderles audífonos, ¿no?
¡Feliz fin-principio de semana a todos! Y…por cierto…¿Ya habéis renovado?

lunes, 10 de junio de 2013

Y tú…¿renuevas?


Tal día como hoy, hace nada menos que un mes, inicié este proyecto de escribir sobre un documento de Word las cosas que me sucedían a diario en mi viaje a Japón. Hacía tiempo que me apetecía crear un Blog, escribir ideas, pensamientos y a veces, porque no, chorradas. No imaginaba que en 1 mes obtuviera más de 1.000 visitas… Así que antes de nada…
¡GRACIAS a los que me seguís la pista! :)
Lo cierto es que, lo de empezar el Blog me ha llevado a volcarme de lleno en ese mundillo de la Web 2.0 y como funciona. Veremos a lo que me lleva. Pero de momento me ha llevado a pasar de tener vacaciones de turismo diario, a pasar la mayoría del tiempo entre estudiar japonés y social media.
Pero… ¿Acaso hay algo mejor, más emocionante, más entretenido que adquirir nuevos conocimientos sobre cosas que de verdad te gustan?
Fijaos el sistema educativo Japón. Una cultura que inculca a los niños desde jóvenes estudiar a diario, horas y horas. Miku por ejemplo llega de clase a las 22:00 de la noche habitualmente (tiene 13 años). Los sábados también hay clase. Clase, repaso, actividades extraescolares…el diario del adolescente japonés no tiene demasiado hueco para divertirse. Claro está…eso hace que la educación en Japón esté entre los 5 primeros según el Informe PISA.
Pero no nos olvidemos de que tantas horas lectivas y tan poca diversión “producirá” niños técnicamente muy competitivos, pero deja poco espacio para la creatividad. Historia del arte, Diseño de moda, Ciencias de la música creo que ni existen como Grado. Aquí lo que se premia es el énfasis en la actividad cooperativa, la disciplina de grupo y el cumplimiento de las normas. El “Cómo se hace.” lo establece el manual. ¿Improvisación? ¿Creatividad? Eso es de chapuceros. ¡El Manual! Y el manual es denso…
No es que en España se premie a quien diga de joven: “Mama, Papa: ¡Quiero ser artista!”. Nada hijo…tú primero sácate Derecho, ADE o Magisterio y luego ya…luego ya te apuntas al Paro.
Pero hijo…corre La Voz…que Tú Sí Que Vales, aunque te falta…ese Factor X tan importante. Pero vamos, que si Miras Quien Baila cuando se tiran a la piscina…su Cara (tampoco) Me Suena. Pero Hijo…siempre tienes el ejemplo de tu Gran Hermano. Así que por ser Artista… posibilidades las hay. Todo está en intentarlo y no hacer caso a Risto…¿o si?
España por cierto se encuentra 31º del Informe PISA. Es que… la generación Ni-Ni ha hecho estragos…
Renovarse o ... ¡Feliz semana!

miércoles, 5 de junio de 2013

La experiencia de ver Hotaru y perderse por los montes…

 
Este domingo por la noche, para acabar un fin de semana “Subarashii” (genial) fuimos a ver Hotaru (Luciérnagas). Aquellos bichos de los que todos hemos oído hablar pero que si no fuera por el cine o las fábulas pocos hemos visto. Pues aquí en Japón son bastante comunes en esta época. Tanto es así, que cuando se conoce de algún lugar, ese se publica por Internet y los ayuntamientos organizan aparcamientos improvisados. Como auténtica atracción turística. Solo se encuentran en lugares húmedos y cerca de agua muy limpia. Así que nos fuimos a saber donde con el coche y en un río que procedía de un pantano estaban. Decenas y decenas de pequeñas bombillas LED volando en la oscuridad. ¡Que espectáculo! ¿Sabíais que los machos brillan para atraer a las hembras? Eso no quiere decir, que lo probéis un sábado noche en una discoteca...¡No!
Ayer, después de 2 días lluviosos salió el sol y a falta de ningún plan concreto cogí la mochila y me fui al monte. Han pasado 3 semanas sin parar quieto y estando rodeado de gente y tocaba un poco de individualismo. Así que sin mayor rumbo que el pico de una montaña lejana me calcé las deportivas y a por ello. Tras caminar 7 Km llegué al pie del Monte Homan, visité el Kamado Shrine y me metí por un camino que subía…y subía…y subía. Era bosque muy denso, súper verde y bastante húmedo. Tras caminar pocos metros me di cuenta del silencio que había allí. Ningún coche tuneado, ningún altavoz de publicidad colgado de cualquier estantería, ninguna máquina de Pachinko y nadie a quien tuviera que decirle “Wakarimasen” (¡No entiendo!). ¡Qué felicidad!
Tan bien que estaba caminando el fino sendero en medio del bosque que incluso llegado al punto de “¡Buff...! ¿Cuánto faltará?”, me decía a mí mismo: "Coño… ¿qué tienes mejor que hacer que seguir y hacer cumbre?" Cosa que se veía difícil entre que no veía ni el cielo ni sabía leer las indicaciones… Pero sí, mi otro YO tenía razón. Ya que estaba allí…retirarme sería decir algún día, fui de excursión a una montaña en Japón en vez de decir: Hice cumbre en una montaña (pequeña) en Japón. (Ni que fuera el Monte Fuji...lol). Así que seguía el sendero que subía y de repente allí estaba, con el cielo despejado y vistas sobre toda Fukuoka... La cumbre de la montaña. Y allí me senté, a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar comiéndome unos snacks de pescado que todavía no he averiguado que son pero están buenísimos.
 
Y es que el camino a la cima a veces es largo y no siempre resulta fácil. Se hace paso a paso, y aunque no veamos la cumbre, sabemos que está allí. ¡No te rindas! ¿O se te ocurre algo mejor qué hacer? :)

domingo, 2 de junio de 2013

Fukuoka Fish Market y la marcha Japonesa


Sábado… 03:15 AM suena la alarma de mi móvil. Me despierto con el primer toque, cosa rara en mí. Pero es que lo que me esperaba me tenía tan emocionado que hasta una mosca me hubiera puesto en pie. Y eso que 4 horas atrás aún estaba tomando "Umeshu" con Juanca, Sachiyo y Yukino.
Allá iba. Vestirme, cepillar los dientes, comer un plátano 15 minutos más tarde ya salíamos de casa con destino Uo-Ichiba (Mercado de pescado en japonés). Sabiendo que Fukuoka tiene uno de los puertos pesqueros más importantes de la isla Kyushu no quería irme de aquí sin ver el mercado de pescado matutino. Makoto ofreció llevarnos y Pierce (uno de los chicos de Singapur) se apuntó también.
Llegado al mercado no sabíamos muy bien dónde empezar. La lonja consta varios pantalanes donde llegan los pesqueros y sacan el pescado fresco. Lo meten en cajas de madera y de allí va a una nave gigante donde lo subastan. Luego hay un edificio con restaurantes y un piso solo para turistas. La web del puerto decía que el mercado solo abría al turismo cada 2 sábado del mes. Sin embargo, una vez que llegamos nadie se percató de nosotros. Así que decidí entrar de tirón a la nave. Aquello fue impresionante. Reconozco que no he estado en muchos mercados de pescado, pero aquello era algo especial sin duda. Cajas y montones de pescado fresco en cualquier rincón, a lo largo de una nave de unos 200 metros. Allí había de todo y yo como negado de los nombres del pescado, fuera de las sardinas y los atunes solo veía pescado y marisco.
Eso sí, los tiburones, pez globo, atún rojo y la carne de ballena que había allí sí que los reconocí. Con que solo lo cazan ballenas para investigación… ¡Sí, claro!
Cuando terminamos con nuestra visita no eran ni las 06:00, y el plátano ya se había evaporado. Así que fuimos a uno de los restaurantes de la lonja y desayunamos, como no, Sushi recién pescado. Creo que a los devotos del Sushi entre vosotros no hace falta que mencione lo increíble que sabía aquello… ¡Buah!
Caminando de vuelta a la estación de tren nos cruzamos con una Sala de Videojuegos (24 horas abierta). Eran las 6:30 de la mañana, y allí seguían de fiesta unos cuantos rezagados que habían cambiado los cubatas por máquinas de Arcade de todo tipo. Pierce no había entrado nunca, así que nos juntamos a echar una partida antes de volver a casa y dormir.
Llega la noche del sábado, ya recuperado de la escapada matutina, y me preparo para ¡mi primera marcha japonesa! Vuelvo a llevarme a Pierce. Había quedado con Daizuke a las 23:30 en el centro para llevarme a un Club de la zona.
Infinity se llamaba el local y allí los únicos extranjeros éramos las Coronitas y yo. La música era la misma que en un club Hip-Hop afroamericano, con ritmos que hacían que hasta la reina de Inglaterra quisiera bailar. Pero como ya mencioné en mi segundo post, ¡aquí está prohibido bailar! Lo pone bien clarito en un cartel cuando entras al local. Eso y que no metas mano. Y por si te olvidas, con la entrada te dan una tarjeta con las reglas.
Así que allí estábamos, Pierce, que con una cerveza ya no podía caminar recto (estos informáticos…lol) y a mí que las copas me sabían a agua... El panorama era surrealista. Todo el mundo mirando hacía la pista de baile…sin baile. Muchos chicos sentados en taburetes casi durmiendo. Una azafata de Marlboro regalando paquetes de tabaco gratis a todo el mundo. Todos cantando “Danza Kuduro”. Y yo haciendo malabarismos para comunicarme con una chica japonesa. Todo acabó a las 05:00 y la verdad es que fue una noche muy divertida. :)
おやすみなさい y がんばって!