viernes, 24 de mayo de 2013

Desaprender para aprender...



Hoy os hablaré de aprender. ¿Conocéis esa famosa frase que dice: “Desaprender para aprender”? ¿Os la habéis planteado realmente alguna vez? Quizás algunos a lo largo de vuestras vidas habéis pasado por un proceso similar. Para mí creo que es la primera vez que lo hago conscientemente.
¿Por qué os cuento todo esto? Digamos que después de casi 2 semanas aquí y conviviendo bastante bien con la cultura, me he encontrado con un reto: Aprender un nuevo idioma.
Como os comenté la semana pasada, cuando llegué a España sin apenas saber castellano fui aprendiéndolo sobre la marcha, y como todo niño, jugando. A menudo me preguntan: ¿Cuánto tardaste en dominar el idioma? Mi respuesta: No lo recuerdo. Y es verdad, simplemente fui aprendiéndolo. Y hoy es mi segundo idioma nativo. Aunque, de las casi 300.000 palabras que tiene el Español todavía hay que me suenan a Chino, ¿y a vosotros? Por cierto, el Chino tiene 87.000 letras distintas, con el 85% en desuso actualmente.
Pues aquí estoy ahora…hablando 4 idiomas, entendiendo algo de francés, italiano, portugués, holandés y a saber que más por pura asociación…y no me sirve ni para pedir “La cuenta por favor.” (Una de las pocas frases que sabe decir mi padre, después de 17 años en España...)
Así que, me he vuelto a hacer un cuaderno de vocabulario. El último que recuerdo fue de 5º de primaria. He vuelto a los cuadernos de caligrafía para niños para escribir los Hiragana y Katakana (abecedario Japonés). Descargarme tropecientas APPS para el móvil. Traducir cuentos infantiles japoneses palabra por palabra…y seguir sin entender nada del cuento… (Y menudo cachondeo cuando se lo leí a la Hostfamily). Cuento infantil…por mí como si fuera la fórmula de la fusión nuclear.
Desaprender para aprender. Olvidarte todo eso que creías saber para aprender algo totalmente distinto. ¡Descabellado e emocionante a la vez!
¡Y es que la vida es así! No existen los errores, es sólo aprendizaje. Y casi todo lo que aprendemos viene de nuestro entorno. ¿Os atrevéis?
Y aquí algunas curiosidades cotidianas:
Encontrar un desodorante aquí no es fácil. En Japón casi no usan desodorantes ni perfumes. No es como Europa que hay droguerías en todas las calles. Se ve que aquí no transpiran… No huelen a…¡NADA! Y eso con 30 grados y ellos en manga larga y chaqueta.
Saber la edad de las japonesas es más difícil que saber la que tienen las portadas del HOLA. El otro día conocí un grupito en el parque mientras estudiaba. Bueno, pues no eran tan jóvenes como aparentaban. Tenían entre 34 y 40 años… Pero me he dado cuenta de que en el caso de las mujeres, echar un vistazo a sus pies es de gran ayuda. ;)
A vaciar las mentes y ¡Buen fin de semana a todos! Yo me voy a clase...
Ganbate!

1 comentario:

  1. Como sabes me encanta el concepto "desaprender para aprender", creo que es algo super interesante y que te hace darte cuenta de todo lo que tu alrededor o sociedad te va imprimiendo en tu forma de ser o actuar; además de la poca flexibilidad que nos da el saber sobre una cosa, ya que nos cuesta absorber sobre otras muchas cosas. Por otro lado, considero que es un concepto de humildad que hace a la persona puramente humana, así que me encanta tu estado, ya que creo que gracias a ello estás aprendiendo de todo muchísimo! ¿qué sensación tienes al ver que probablemente no tengas ningún referente que sea igual de lo que estabas acostumbrado? ¿te sientes inestable o te ayuda a estar más estable que nunca?

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